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Pepe Pedro era un mozo de Gistaín.
Un día le regañaron en casa porque había perdido las cabras; entonces Pepe Pedro muy triste decidió escaparse a esconderse ala Peña SanMartín.
Ahí hay una cueva, así que Pepe Pedro decidió esconderse allí, cuando llegaba la noche bajaba a beber agua a una balsa pequeña que había mas abajo, ya que por la noche no le veía nadie.
Todo el pueblo estaba muy preocupado con la desaparición de Pepe Pedro, así que por el día todo el pueblo iba a buscarlo pero no lo podían encontrar. Ya no contaban con él, creían que le había pasado algo malo, y que nunca más lo volverían a ver.
Pero cuando ya hacia 24 días que no había comido nada, Pepe Pedro bajo por la noche a beber, pero ya estaba tan cansado y desganado, que ya no pudo volver a subir a la cueva donde se escondía.
Una abuela del pueblo que estaba cuidando las vacas en Igüerra, lo vio, y fue a ver si podía recogerlo con su burro. Como pudo lo monto en el burro y lo trajo a casa.
Cuando llego a Gistaín todos los chicos y chicas salieron a recibirlo, y cuando lo vieron, decían:
¡Ai, Pepe Pedro!!, ¡Ai, pobre Pepe Pedro!!
Su madre estaba tan contenta, que mato una gallina para hacerle un buen caldo, y a base de caldos y más caldos se curo Pepe Pedro.
Y después de aquello nunca más volvió a escaparse de casa, a partir de entonces siempre hizo caso a sus padres.
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